Estaba tarareando de lo mejor, disfrutando el ambiente. Un par de Jack y Cola, unos cuantos nuevos amigos, una banda tocando demasiado fuerte. Esta era la víspera de mi primer sábado libre en todo el mes, y la iba a disfrutar.
Mis nuevos amigos trabajaban para una aburridisima empresa de logísticas, visitando por negocios. Y, como suele suceder con los forasteros, Yo era "Jim Houghton, administrador de seguridad privado", no "Jim Houghton, agente de campo para las fuerzas especiales de una organización paranormal secreta". Desafortunadamente, la verdad, ya que la segunda historia probablemente me ayudaría a ligar más.
La parte importante de hacer dos nuevos amigos, es que pagan dos tercios de las rondas. Compraron cerveza light toda la noche, una movida de bobos. Ya cuando salimos de Loosey's hacia el fresco aire mañanero, iba más que tambaleándome.
Una rapida revision de mis bolsillos dio cuenta de la falta de un ítem en la lista. “Creo que dejé m'celular adentro” Hice gestos hacia la puerta, un poco mas amplios de lo que me hubiesen gustado. Uno de los tipos, el alto, se ofreció para entrar a buscarlo.
Don alto (Craig? Mira, antes de que me juzgues, no se me da lo de recordar nombres sobrio) volvió con mi celular. “Quieres que te llame un taxi? podemos pagarlo a la mitad, no deberías conducir.”
Asentí. Realmente estaba sintiendo el whiskey. ¿supongo que no comí lo suficiente? Dijo que su celular estaba muerto así que ingresé mi contraseña para desbloquear el mio y se lo entregué.
La vuelta a casa es un manchón. Lo juro, quizás ha sido mucho tiempo desde que salía a parrandear, pero estaba completamente ebrio después de cuatro o cinco tragos. Todo lo que recuerdo es que McAlto necesitó utilizar mi celular un par de veces para comprobar su vuelo fuera de la ciudad. Se lo pasé y le dije la contraseña, concentrandome en detener la rotación de la tierra.
Mientras descendía del taxi, El chico largo me devolvió el celular y se despidió. Ni siquiera tuve que pagar. Subí las escaleras a traspiés y caí dormido en el momento que toqué la almohada.
La luz entraba por la ventana, sin la menor invitación. Me sentía como la muerte, si la muerte hubiese estado girando en un calentador de salchichas de gasolinera hasta bien entrada la noche. Giré hacia mi celular — pensé en responder los 20 correos de Kate sin leer y en asegurarme de no haberle enviado un mensaje estúpido a Trish — y no vi notificación alguna. Mi protector de pantallas usual había desaparecido, solo estaban esas burbujas básicas.
Revisando mi celular, me di cuenta que estaba completamente vacío. Y en ese momento lo supe, incluso en la densa niebla de la resaca. Revisé la carcasa. Esa gran marca en el logo de Apple no estaba ahí. Esto no era mio.
Tipo alto. Mierda. Adiós dia libre. Me puse unos jeans y una capucha, tomé una botella de agua del refrigerador y partí hacia las oficina central. Esto tenía malas noticias escrito por todos lados, y Kate iba a estar enojadisima.
Kate estaba enojada. Más que enojada, de hecho, estaba en un estado de tal ansiedad que sus ojos no revelaban emoción alguna y su voz sonaba monótona. “Donde mierda has estado? Te llamé veinte veces, todos tenemos las manos ocupadas, es una jodida crisis.”
“Perdí mi Celular, creo que me lo robaron — crisis?”
“Si, pendejo, crisis.” Kate caminaba por la sala. Gesticulaba hacia su monitor, un mapa de la Costa del Golfo se iluminó con rojo. “Tenemos cinco brechas en nuestra región, y eso no es todo. Alguien vino y se llevó el semáforo, 2172, en la mitad de la noche y tenemos severos problemas con la continuidad de la realidad en Fort Walton. Una fuente de ESPN twitteó que Canastota fue llamado a las ligas mayores. Tenemos a tres personas en el hospital de Talahasee con cortes en los pies consistentes a aquellos realizados por 072. Esa mierda extraña con animales en San Pedro nos explotó en la cara.”
“Puta madre. Esto es un esfuerzo coordinado.” Había despertado completamente.
“Bienvenido a un sábado en la mañana, Houghton, Me alegro de que pudieses unirtenos de una puta vez!” Kate cerró su maletín. “Esto es todo una cubierta para algo grande. Y creo que sé lo que es.”
Me dirigió hacia afuera y nos subimos en su Continental. “Qué?”
“Sitio-88 en Bay Minette, Hemos perdido todo contacto. No ha habido revisión matutina, y el personal no responde. Así que volaré de manera directa en las aerolíneas SCP, número de vuelo E-S-T-A-M-O-S JODIDOS. Y felicitaciones, tu pequeña aventura esta mañana significa que vienes conmigo.”
Nos apuramos en ir al aeropuerto regional de Gainesville, donde un avión de la Fundación nos estaba esperando, con piloto y todo.
El Golfo estaba en llamas. Esto habría de llevar a nuestro destacamento de fuerzas especiales al límite.