Errante

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Era la gata más bonita que Sarah había visto en toda su vida.

No conocía la palabra "calicó," porque los niños de ocho años típicamente no suelen conocerla. Era de un marrón-naranja y bronceado, y sus ojos eran brillantes, tanto como el oro más brillante que jamás haya visto, dijo Sarah, o algo de ese estilo. Y la estaba mirando directamente a ella.

Sarah asumió que era uno de esos "gatos de río," como había oído a sus padres llamarlo; un grupo aleatorio de errante que vivían en y alrededor del arroyo que serpenteaba por su pueblo. El arroyo atravesaba parches de bosque, y reaparecía cerca de las casas (como la de Sarah), y continuaba hasta… algún lugar. Sarah nunca había visto el origen, pero era un perfecto lugar para que los gatos vivieran y se escondieran de la gente por seguridad. Varios vecinos les daban comida, pero Sarah no había tenido la oportunidad. De hacerlo, sus amigos estarían taaaaaaaan celosos.

Sus padres estaban en casa y probablemente no aprobarían que alimentara gatos callejeros, pero había algo de comida en la cada que ella podía sacar para alimentarlos más tarde en la noche. Esperaba que ese gato fuera el que viniera.

Perséfone. Llamaría a esta gata Perséfone, incluso si fuera un macho. No le importaría.


Sarah esperó hasta que oyera a sus padres cerrar la puerta de su dormitorio. Hace meses atrás, había aprendido a bajar las escaleras a escondidas sin hacer ruido, así no necesitaba esperar más. Sarah agarró una lata de atún de la despensa y la puso en la encimera. Puaj, pensó mientras sostenía el abrelatas manual en el lado de la lata, pero sabía que a los gatos les gustaban las cosas malolientes. Abrió la puerta trasera en silencio y entró al patio.

Perséfone la estaba esperando. El bonito calicó estaba sentada justo donde Sarah la había visto por primera vez. Sarah podía ver claramente el gato, incluso con las luces apagadas; sus ojos, brillaban bajo la luna llena, miraban a los suyos. Y no a la comida, a ella. Sarah sintió un escalofrió cuando puso la lata en el suelo e hizo un sonido de tss tss para convencer a la criatura.

La gata hizo un pequeño movimiento de cabeza, moviendo su cabeza de un lado momentáneamente, luego saltó de la roca en la que estaba sentada y corrió hacía Sarah. La gata, tan bonita como era, parecía un poco nerviosa cuando subía las escaleras, casi como si acabara de aprender a caminar por primera vez. Sarah notó que la cola del gato no se movía mientras corría, solo se movía cuando estaba en el suelo; incluso entonces, el movimiento parecía…más deliberado, habría pensado eso si hubiera conocido esa palabra.

Sarah amaba a su torpe Perséfone.

La gata dejó que Sarah la acariciara mientras comía el atún, ronroneando todo el tiempo. Después de comer el último pescado, la gata se lamió los labios y acarició su pierna. Sarah la agarró y puso a Perséfone en su regazo. Sintió al gato tenso, como si fuera a resistirse o a arañarla, luego se relajó en el último momento. La gata empezó a ronronear de nuevo (otra vez de forma deliberada, Sarah no tomó eso en cuenta).

Sarah acarició a Perséfone con la torpeza de una joven. Se acostó de espaldas en el frío piso y continuó acariciándola. Perséfone camino sobre la niña y se sentó en su pecho, mirándola a sus ojos. Comenzó a lamer la nariz de la niña. Sarah se reía silenciosamente.

La gata la mordió un poco, justo en la nariz; no lo suficiente como para lastimarla, pero Sarah se preguntó por que no la soltaba. Entonces sintió que le daba mucho sueño.


Manuel vio a su hija en el patio trasero y salió corriendo. Estaba tirada en el piso, aparentemente dormida. Manuel la llevó a la cada y la puso en el sofá de la sala de estar. "¿Sarah? ¿Sarah? ¿Estás bien?"

Su hija se despertó repentinamente. Sarah miró alrededor de la casa con cierto desconocimiento. "¿Como…como llegué aquí?"

"¿Que estabas haciendo en el patio? ¡Me asust—me asustaste mucho!"

"Había…había un gato callejero afuera. Le estaba dando algo de comida. Pensé que era mi amiga." Sarah comenzó a estar triste.

Manuel lo entendió ahora. "Oh, cariño, Esta bien. Algunas veces piensas que todos los animales son tus amigos, pero tienes que recordar—"

"¿El pensar de querer amigos es un pensamiento rápido, pero la amistad es un fruto que madura lentamente?" Sarah respondió. Sus ojos estaban vidriosos, mirando la pared detrás de su padre. "Un amigo de todos es un amigo de nadie. Un verdadero amigo es un alma en dos cuerpos. El que tiene muchos amigos no tiene ninguno. Papi, ¿Qué esta pasando?."

Manuel sacó su celular tan rápido como pudo. "¿Hola, 911? Sí, es mi hija. Fue mordida por un gato errante, y creo que ella…ella necesita ayuda. Por favor, envíen una ambulancia a…"

Sarah escucho su dirección y siguió desvaneciéndose en la niebla del pensamiento que la invadía. Tantos pensamientos, ideas, palabras, todos saliendo del éter. Una constitución es el acuerdo de los magistraturas de un estado. Todas las virtudes se resumen en el trato justo La historia del actual Regente del Novomundus nos dice que él fallo al comportarse como un gobernante y no se le puede permitir vivir.

¿Qué le sucedía a ella?

Las palabras y frases aleatorias continuaban mientras Manuel llamaba a su madre y caminaba de un lado a otro por la habitación. Repentinamente, un golpeteo de la puerta. La puerta trasera. Manuel se acercó y abrió la puerta. Sarah escuchó algunos fragmentos de la conversación.

"Buenos días…¿Le gustaría escuchar…evangelio…Cristo?"

"No…no es un buen momento…¿Exactamente qué es eso? ¿Qué demonios es eso que estas sosteniendo?"

Sarah sintió un grito en su cerebro, pulsando, palpitando, explotando. Y se detuvo justo cuando escucho un sonido estruendoso, un gruñido de su padre, y el golpe de un hombre adulto que caía al suelo y convulsionaba, la electricidad fluyendo en sus músculos. Los tres hombres pasaban por encima de él mientras otro administraba una inyección en el cuello del padre, lo levantaron y lo sacaron por la puerta. Y luego, los tres hombres se dirigieron a Sarah.

Si hubiera pensado coherentemente, habría pensado que lo que ocurrió a continuación era como una de esas películas de acción que le gustaba a Papá. Estaba atrapada en su cerebro, mirando cómo su se levantaba repentinamente y empezaba a atacar a los fornidos hombres que se acercaban con una fuerza y velocidad que le eran completamente extrañas. Ella se vio a sí misma arrancándole los ojos a un hombre, y luego mordiéndole el cuello. Ella (¿sintió? ¿oyó? ¿supo?) algo dentro de su cerebro, algo diferente de su cerebro, calculando que había pocas probabilidades de éxito, calculando el mejor vector de salida, intentando escapar.

Volvió a oír ese sonido de estallido, sintió que todo su ser estallaba de dolor, se vio a si misma caer al suelo justo fuera de la ventana abierta a la que había saltado, y (oyó/sintió/miró) los gritos de sus cerebro otra vez. Sintió que la ataban de manos a su espalda, que era levantada y agarrada por el hombro de un hombre, que era sacada, y metida a la parte trasera de una furgoneta. Oyó gente subiendo a la furgoneta, oyó voces apagadas de la parte delantera:

"¿Tenemos confirmación esta vez?"

Una diferente voz, femenina: "El pequeño detector nos llevó a su sala de estar, y la pequeña perra trato sacar la yugular de Eastman con los dientes. Creo que eso es confirmación suficiente."

"Mac, tenemos que confirmar, después de lo que paso la última vez."

"Sí, sí." La (¿mujer?) se dirigió hacia Sarah, agarró un instrumento del suelo frente de ella, y lo presionó contra la frente de Sarah.

"Emisiones electrónicas en amplitud estándar, emitiendo en la frecuencia Chi-19. Presencia de instancia de SCP-877 confirmada a las 0811 horas." La mujer se dirigió al hombre que conducía la furgoneta. "¿Se ha ocupado Lee de la ambulancia?"

"Todavía debe estar ocupado en varios 'desvíos' mientras hablamos," dijo el hombre. "Estaremos cubiertos."

La mujer no respondió. Sarah pudo ver que la expresión severa de su rostro se suavizaba un poco. "Últimamente se han reportado muchos de estos casos," la mujer le dijo al conductor.

"No me digas," él dijo.

La mujer sonrió a Sarah. "Esta bien, cariño," dijo la Agente MacGilligan. "Estamos aquí para ayudarte."

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