SCP-ES-250
Puntuación: +23+x

Ítem #: SCP-ES-250

Clasificación del Objeto: Euclid

Procedimientos Especiales de Contención: Públicamente, el territorio afectado por SCP-ES-250 ha sido expuesto como una zona de exclusión debido a una fuga radioactiva durante un transporte terrestre de residuos de radioactividad media en 1975 al cementerio nuclear El Cabril. En consecuencia se ha cortado el paso permanentemente de las autovías secundarias a menos de 500 m del perímetro de SCP-ES-250, a excepción de la carretera autonómica CM-110 y todas sus salidas. Se han establecido un total de 20 puntos de monitoreo en la zona para determinar cualquier acceso al lugar.

Queda terminantemente prohibido conducir cualquier exploración a SCP-ES-250 mediante sujetos humanos. Únicamente se autoriza la exploración aérea por medio de drones o aeronaves no tripuladas.

Descripción: Se designa SCP-ES-250 a una región de, en el momento de la redacción de este artículo, 69 km2. SCP-ES-250 se sitúa en el interior de la provincia de Guadalajara, España; en las coordenadas ██° ██' Norte █° █'' Oeste. A diferencia de los campos de cultivo característicos de la comunidad, SCP-ES-250 no posee una forma geométrica regular, puesto que su perímetro está limitado por las autovias circundantes.

SCP-ES-250 está habitado exclusivamente por cierta clase de organismos vegetales (designados SCP-ES-250-1) que comparten características con la especie Triticum aestivum.1 La grandaria de estos individuos es directamente proporcional a la distancia de estos a un punto situado aparentemente en el centro de SCP-ES-250. De este modo, las instancias de SCP-ES-250-1 situadas en el perímetro de SCP-ES-250 poseen una longitud media de 30 cm, mientras que las instancias situadas en la zona central pueden alcanzar hasta los 5 metros.

Se ha determinado la existencia de diversos agentes psique-alteradores localizables en el interior de SCP-ES-250, los cuales afectan a todo el recinto independientemente de su superficie. En consecuencia, ningún individuo consciente que no haya conocido previamente la existencia y los efectos de SCP-ES-250 será capaz de percibir o entrar voluntariamente en SCP-ES-250. Los sondeos continuos del área demuestran que, si bien estos efectos son producidos a partir de puntos específicos en el interior de SCP-ES-250, la ubicación y el número de estos es continuamente cambiante.

El área de afectación de SCP-ES-250 aumenta de manera aritmética en ciertas zonas. Se aproxima que la superficie de SCP-ES-250 se incrementa en 150 m2 anualmente. En consecuencia de este efecto, SCP-ES-250 ha invadido diferentes autovías e inclusive campos de cultivo cercanos, los cuales púbicamente fueron expuestos como incendiados y se ofrecieron recompensas monetarias a sus propietarios a cambio de su traslado. No obstante, SCP-ES-250 no se expande por la carretera autonómica CM-110. Ha habido intentos de destrucción de secciones de SCP-ES-250-1 por medio de maquinaria pesada, herramientas o incendios controlados, pero SCP-ES-250-1 vuelve a crecer invariablemente al cabo de 3 días a su altura anterior. Se está investigando una forma de limitar el avance de la zona de afectación de SCP-ES-250.

No se ha encontrado evidencia de ningún organismo complejo que habite en SCP-ES-250 más allá de las instancias de SCP-ES-250-1. Todo intento por introducir organismos exteriores en SCP-ES-250 ha fracasado al cabo de poco tiempo. Además, se han observado especies de aves en migración (especialmente bandadas de Hirunda rustica2) desviar su trayectoria para no atravesar el campo aéreo de SCP-ES-250.

Por otra parte, las condiciones climatológicas de SCP-ES-250 son frecuentemente diferentes a las del área exterior, siempre presentando las condiciones características de la zona. Evidencias de esto son diferencias significativas en la presión atmosférica, diferencias en la dirección y velocidad del viento y, en raras ocasiones, la aparición espontánea de lluvia sobre SCP-ES-250. Estos cambios no parecen seguir un patrón específico. Esta información ha sido recogida a partir de los sondeos de globos meteorológicos.

Anexo 250: Según los registros, los últimos propietarios del terreno inicial ocupado por SCP-ES-250 fueron José Romano y su esposa Yerma ████, a finales del siglo XIX. El matrimonio no tuvo descendencia, y se desconoce tanto la ubicación de sus tumbas como el motivo de fallecimiento. No se determinan capacidades anómalas en esa época.

Anexo 250-2: Registro de exploración.

Parámetros de la misión: Exploración de las capacidades anómalas de SCP-ES-250 in-situ sobre individuos humanos.

Personal: D-2910 (Alejandro ██████, hombre condenado por homicidio en segundo grado y pedofilia, huérfano de padre y madre a los 3 años).

Información adicional: El sujeto fue informado superficialmente de algunas capacidades de SCP-ES-250. Se le introdujo un chip de localización por GPS, así como un pequeño explosivo de activación remota, y se le proporcionaron una videocámara, un audífono y un foco de luz. Se dispuso un dron teledirigido A-89 para el seguimiento aéreo de la misión. La misión fue orientada por el doctor Santiago Vicario.
[INICIO DEL REGISTRO]

[15:25] El sujeto es acompañado por algunos agentes vestidos de paisano a una de las entradas más alejadas de las carreteras principales, y se le dieron instrucciones de avanzar hacia el norte con la ayuda de una brújula hasta alcanzar el supuesto centro de la anomalía.

Dr. Vicario: Buenas tardes, Alejandro. Puedes llamarme Santiago, y te acompañaré durante tu recorrido por este vasto campo. De momento, tu sigue hacia adelante.

[15:28] El sujeto avanza unos pocos metros, mientras ojea el lugar por el que entró y zonas cercanas.

Dr. Vicario: No intentes huir, o accionaremos el dispositivo que llevas dentro del cuello. Es solo un paseo por el campo. Déjate llevar por la brisa, muchos no han tenido tu misma suerte.

D-2910: Como usted diga, jefe. Al menos, aquí se está mejor que en esa celda mal oliente.

[15:50] SCP-ES-250-1 ya alcanza hasta la cintura del individuo. Su ritmo cardíaco está por debajo de los 60 Bpm.

Dr. Vicario: ¿Cómo te encuentras?

D-2910: Tranquilo. Hacía mucho tiempo que no respiraba aire tan puro. Mi mente está totalmente en blanco, únicamente observo el trigo. El trigo zarandeado por el viento. Los granos volando más allá de donde pueda llegar a ver.

Dr. Vicario: Si en algún momento necesitas tomarte un descanso, adelante, te espera mucho recorrido, pero prueba de avisarme primero. En la mochila llevas víveres y agua que podrían aguantar varios días.

D-2910: No, no se preocupe. No estoy cansado, apenas siento mis piernas. Es como si fuera flotando a favor de la corriente. Este lugar es pintoresco. Cuando muera, porque sé que no me queda mucho, que con vosotros la parca está a la vuelta de la esquina, mi único deseo, aunque no lo merezca, sería morir con esta paz interior. Gracias por traerme aquí, jefe.

[16:14] El sujeto se detiene, y su ritmo cardíaco se eleva considerablemente.

Dr. Vicario: ¿Ocurre algo?

D-2910: Juraría haber oído algo. Sonaba como algo alejándose rápido por tan solo unos segundos. (voltea su cabeza a la derecha).

Dr. Vicario: Yo no he oído nada. Tal vez solo sea una pequeña ráfaga de viento.

D-2910: No, he visto algo moverse y desaparecer entre la hierba cuando me he girado.

Dr. Vicario: Sí (tras unos segundos). Aún no cubre demasiado, habrá sido un conejo, hay muchos por esta provincia.

D-2910: Tenía entendido que no había ningún animal por aquí.

Dr. Vicario: Es un conejo, Alejandro. No le des más importancia y sigue adelante.

[17:02] SCP-ES-250-1 cubre totalmente a D-2910, con una altura aproximada de 2 metros. El sujeto parece exhausto y su pulso cardíaco es de 123 bpm. Se detiene en un área pequeña donde no hay cultivo.

Dr. Vicario: Alejandro, siéntate y descansa un rato aquí. Llevas caminando ya casi 2 horas, y yo también necesito apartarme unos minutos e ir a por un café.

D-2910: Sí, señor. Me vendrá bien. Con su permiso, voy a sacar algo de comer.

[17:10] La imagen de la cámara de D-2910 se interrumpe durante unos segundos. Su señal en el GPS desaparece intermitentemente, y finalmente desaparece.

Dr. Vicario: Alejandro, ¿sigues ahí? (Estática) ¿Puedes oírme? (Estática) Alejandro, responde, es una orden.

D-2910: ¿Señor? Oh, gracias a Dios que lo vuelvo a escuchar.

Dr. Vicario: Algo está fallando con tu posicionamiento. Avanza un poco a ver si lo logro solucionar.

D-2910: Sí, verá… (Pausa. Levanta la brújula a la altura de la cámara. La aguja gira en todas direcciones). Creo que se ha roto o algo, y no tengo muy claro por dónde estaba yendo.

Dr. Vicario: Las brújulas no se rompen como los relojes. Es posible que sea una alteración del campo electromagnético de la zona, nunca habíamos visto algo así pero no durará mucho. A ver, salta con los brazos en alto e intenta agitarlos en el aire.

D-2910 salta repetidamente, pero no aparece en la cámara del dron, a pesar de que este se situaba cerca de su ubicación.

Dr. Vicario: No… No lo entiendo. ¿Has visto el dron mientras saltabas?

D-2910: No, señor. ¿Va todo bien?

D-2910: No… La retransmisión de tu cámara es correcta, y la del dron también. Si consigues volver a la zona donde el trigo no cubría, es posible que pueda localizarte.

D-2910: Verá señor, o lamento pero no es que haya estado muy pendiente del terreno desde hace ya bastante. Llega a ser un tanto monótono. No tengo muy claro por dónde ir.

Dr. Vicario: Vale, dame un segundo. ¿Ves esa rama partida por la mitad a tu izquierda? Has pasado cerca antes de sentarte. Síguela, al menos hasta que el trigo no te cubra para localizarte. Y aligera el paso.

[17:21] El sujeto ha seguido avanzando por la dirección indicada.

D-2910: Jefe, creo que el trigo es algo más alto aquí que hace un rato.

Dr. Vicario: Bueno, tal vez eso quiera decir que sigues en la dirección correcta. ¿Ves el Sol desde tu posición?

D-2910: No, apenas logro ver el cielo.

Dr. Vicario: (Alzando la voz) Entonces tira su mochila al suelo y trata de saltar encima de ella.

D-2910: (Salta. Pausa) ¿Ha-ha visto lo mismo que yo?

Al saltar, el cielo está despejado, y pueden observarse dos soles: uno a la derecha y otro a la izquierda de D-2910, en la posición relativa correspondiente a la hora. Las cordilleras no son visibles. Desde la imagen del dron, no hay ninguna variación visible en el firmamento. Al mismo tiempo, todo SCP-ES-250-1 cercano parece tener la misma altura.

Dr. Vicario: Esto… (Pausa) Tranquilo, debe tratarse de una ilusión óptica, quizá producida por un aumento en la presión atmosférica y la concentración de algunas partículas en un punto muy determinado de la atmósfera. No te preocupes, tú solo…

D-2910: (Interrumpe) Cállese, cállese de una vez. No tiene ni idea de este qué demonios es este lugar, seguro que soy el primer idiota al que traéis aquí a ver que pasa. Y ahora déjeme seguir mi camino y dedíquese a mirar. Creo haber visto una planta más larga de lo normal no muy lejos.

Dr. Vicario: Alejandro, necesito que te calmes. Detente un rato y bebe algo de agua. Recuerda que apenas te faltan unos meses para que acabe tu servicio como Clase D y poder salir libre.

D-2910: ¿Libre? ¿Cree que como los demás yo también me he tragado ese farol? ¡He matado a un puto crío joder! Y a todos los demás, los he matado por dentro. Yo… (Pausa) Yo no quería hacerlo, no quería lanzarlo así, ¿pero a ustedes que más os dará? Para ustedes yo solo soy un trozo de carne con patas, y para la sociedad, el mayor desecho posible. Espero que este lugar sea mi tumba, pero antes de eso, avanzaré hasta que mis pies sangren. No como un favor hacia usted, para mi usted no es nada, sino para que no tengáis que traer a otro como yo a morir como carnaza.

[17:35] El pulso del sujeto vuelve a bajar a valores normales de 80 bpm, pero súbitamente suben a 140 bpm.

D-2910: ¡Oh, Dios! No…(Cae de rodillas y vomita).

Dr. Vicario: Alejandro, ¿qué ocurre? Tus constantes vitales se han disparado.

D-2910: ¿Es que acaso no lo ve?

Dr. Vicario: No, no veo nada fuera de lo normal. ¿Qué es lo que debería ver?

D-2910: ¡Un maldito cadáver colgando de un palo!

Dr. Vicario: ¿Podrías describírmelo, por favor?

D-2910: Sí claro, ¿quiere que de paso le haga una autopsia y todo?

Dr. Vicario: Por favor, necesito que te tranquilices y que hagas lo que le ordeno. Si las comunicaciones aún funcionan con la cámara y el audio, también lo harán con el dispositivo que llevas implantado. Entonces, ¿puedes decirme qué es lo que ves?

D-2910: (Pausa de 10 segundos. El sujeto, cabizbajo, aprieta los puños, y eventualmente levanta la cabeza) Lo lamento, señor. Este dichoso lugar puede conmigo, no sé porqué. ¿Dónde está esa paz interior? A ver… Es un hombre. No tiene ojos, parece vacío. Espere. (Pausa. El sujeto parece mover los brazos en el aire) Es solo piel. Está desnudo, y toda la carne y demás no está. Está colgado sobre dos palos perpendiculares como una cruz, y tiene algunos cortes en los brazos y piernas, pero no hay sangre. Parece… Es como un espantapájaros.

Dr. Vicario: ¿Estás totalmente seguro de lo que me estás contando?

D-2910: Por supuesto, lo tengo en frente. ¿Cómo es que no lo ve?

Dr. Vicario: No. (Pausa) Escúchame chico, a veces hay cosas que nosotros mismos no podemos ver, ni tocar, ni conocer. Pero no por ello esas cosas no existen, solo que únicamente las deben percibir algunos, o nadie. No necesitas saber más. Sigue avanzando.

[18:01] Conforme el sujeto avanzaba, SCP-ES-250-1 también parecía ir aumentando en altura, superando los 3 metros de altura. Muchas de las instancias se doblaban por su propio peso. El pulso de D-2910 es de 70 bpm.

D-2910: Jefe, creo que algo va mal. Es como si mis pasos se duplicasen, pero no hay nadie siguiéndome. Ya me lo dijeron ustedes, aquí no hay nadie, no hay nada, ¿cierto?

Dr. Vicario: Serán alucinaciones auditivas, es extraño, solo llevas 20 minutos sin hablar conmigo. ¿Cómo te encuentras?

D-2910: ¿20 minutos? Vaya, se me han hecho horas a mí, pero no negaré que llega a ser placentero caminar por aquí. Estoy lo mejor que se puede estar, tratando de asimilar la situación. He visto a unos 3 espantapájaros más de esos, pero me imagino que no se habrá ni percatado… Cada vez me cuesta ver más el Sol. (Pausa) Disculpe, ¿qué ha dicho?

Dr. Vicario: No he dicho nada.

D-2910: Estoy casi seguro de haber escuchado algo desde el audífono. Espera, ahí está de nuevo. "No". "No podemos". "Jugando". "No te queremos". "Nona viene". (El ritmo cardíaco aumenta considerablemente). Se oye como la voz de un niño pequeño. No. ¿Qué demonios es esto? ¿Esto es cosa suya, verdad? ¡Contésteme! ¡Hábleme ahora si tanta gracia le hace!

Dr. Vicario: Sigo sin haber escuchado nada. ¿Le dice algo el nombre de Nona?

D-2910: ¿Ahora hace oídos sordos? Pues dos podemos jugar a este juego. Como le detesto, señor.

[18:01] D-2910 llega a una zona amplia donde todo SCP-ES-250-1 ha sido cortado centímetros cerca del suelo, posiblemente segados con una herramienta como una hoz o una guadaña.

Dr. Vicario: Esta me parece una buena zona para hacer una pequeña parada, te otorgo permiso.

D-2910: Genial, gracias. Estoy reventado. Debo decir que antiguamente cuando corría mucho los pies me ardían, y ahora la verdad que ni los siento.

D-2910 ingresa al terreno. Se escucha un golpe contundente y D-2910 cae al suelo, desmayado. Sus constantes vitales son estables.

[22:34]Sigue siendo de día a pesar de la hora. Los Soles siguen una trayectoria acercándose entre ellos en lugar de ponerse. Las instancias de SCP-ES-250-1 alrededor de D-2910 comienzan a mecerse suavemente.

Desconocido: (Una voz femenina desconocida proveniente de todas direcciones a modo de eco) Os tengo dicho niños que no habléis con extraños.

SCP-ES-250-1 cesa todo movimiento y permanece completamente rígido verticalmente, dificultando el paso. D-2910 se despierta y corre en una dirección indeterminada dejando su equipamiento atrás. Durante unos minutos se pueden escuchar claramente pisadas a la misma velocidad que D-2910 en bastantes direcciones simultáneamente, las cuales eventualmente se detienen.

[22:39] El sujeto deja de correr y su pulso desciende a 60 bpm. SCP-ES-250-1 alcanza una altura de casi 4 metros. SCP-ES-250-1 parece separarse ligeramente a su paso.

D-2910: Creo que ya la he perdido. Vaya, se ve que corriendo me he hecho un corte en el brazo, no parece nada alarmante.

Dr. Vicario: ¿A quién has perdido? ¿Has llegado a ver a lo que fuera que te perseguía?

D-2910: No, no he visto nada. Pero sé con certeza que era una Parca. No, no aquella Parca emisaria del fin, ella era Nona.

Dr. Vicario: ¿Qué quieres decir? No te entiendo.

D-2910: El trigo. (Pausa) Me habla, me ayuda. Mientras dormía, me protegía, usted no. He tenido sueños que eran experiencias de otras vidas, demonios que usted no sería capaz de comprender. Incapaz de ver la vida. Ya lo dijo usted mismo, hay cosas que simplemente algunos no pueden ver, y otros estaban ligados a verlas. Nona… Nona siega almas y las cosecha en este campo. Nona…

Dr. Vicario: Estás teniendo delirios. Ahora escúchame tú a mí. Detente, inspira, espira y dime cómo te llamas.

D-2910: Mi nombre… Yo… (Pausa). No me sale ningún nombre, usted es el jefe, el señor. Y yo… Ahora no caigo. Espera, ¿José? ¿Me llamo José?

Dr. Vicario: ¿Dónde has oído ese nombre?

D-2910: Los susurros… Me han dicho que solo conocen ese nombre.

Dr. Vicario: Te llamas Alejandro, ¿me oyes?. Mira, quiero que olvides todas esas voces que dices oír. Solo quiero que me escuches a mí, y que hagas todo lo que yo te diga. Todo saldrá bien, hora sigue caminando.

D-2910: Sí.

[23:45] El cielo se oscurece, oscureciendo la imagen de la cámara, y comienza a llover. El individuo sigue caminando cabizbajo en línea recta hasta encontrar lo que parece ser un molino. SCP-ES-250-1 circundante parece adquirir su altura máxima esperada. Las seis aspas del molino están pintadas de diferentes tonalidades de verde, simulando hojas, mientras que el centro varía entre toques blancos y rosados. En la puerta a este hay una pequeña caja de madera con una nota encima. La madera está notoriamente podrida y hay gotas de lo que parece ser sangre seca en los laterales. D-2910 se acerca y enfoca la nota con la cámara.

Cuando murió el niño, murió acompañado de su madre. De Yerma solo quedó un sentimiento siniestro de lo que antes hubiera sido amor. Yerma solo rogó a Dios, y Dios la ignoró. Los Hijos de la Vid acudieron a su entierro, para sanarla, para cegarla. Y entonces su hijo nunca se fue, ninguno a partir de ese momento se iría jamás. Lo último que dijo Yerma antes de cegarse fue que no quería que su hijo volviese a estar solo.

Yo, yo no estoy ni vivo ni muerto, y tú que lees esto también y tampoco. Solo asegúrate de que eres el último en venir

José

Dr. Vicario: ¡Estupendo! Ahora si eres tan amable, ingresa al molino.

D-2910: No.

Dr. Vicario: D-2910, es una orden directa de un superior. Abre esa puerta.

D-2910: He dicho que no. Nona está dentro, esperándome, y esperándote a ti después. A todos los demás que traigas aquí a morir. Aquí no tiene nada más que hacer Vicario, deja a los niños descansar en paz.

[23:59] D-2910 se quita el audífono, lo lanza al suelo y lo pisa. Seguidamente, avanza unos metros al interior de SCP-ES-250-1 con los brazos abiertos, rasgándose estos con los tallos. La cámara enfoca hacia abajo, y se pueden observar las piernas de D-2910 totalmente desgarradas, dejando un paso de sangre en SCP-ES-250-1. Seguidamente, la cámara enfoca al cielo, y se puede percibir como a través de las nubes los Soles parecen colisionar, mientras la lluvia continúa. Finalmente, la cámara cae, enfocando únicamente a SCP-ES-250-1. Es Dr. Vicario afirmó que en la cámara podía observarse la piel de D-2910 sobre dos palos formando una cruz. La cámara se apagó tras aproximadamente tres horas más de retrasmisión.

[FIN DEL REGISTRO]

Si no se indica lo contrario, el contenido de esta página se ofrece bajo Creative Commons Attribution-ShareAlike 3.0 License