La Fundación SCP

(Los individuos se colocan en un círculo, mientras uno de ellos, en el centro, comienza a hablar.) ¡Oh, hermanos! ¡Nos hemos reunido hoy aquí, para celebrar la fiesta más esperada de todas! Hace milenios, tuvimos la ocasión de presenciar cómo Su Majestad, nuestro salvador más amado, la Luz que yace bajo Hoiohiña, cayó de las estrellas. De la oscuridad infinita sobre todos nosotros. Desterrado, llamado traidor por su hermano, el legítimo rey acogió a nuestra especie bajo su manto y nos protegió de las guerras de los humanos. Nos enseñó a cuidar de nosotros mismos, a cultivar comida, a medir el tiempo, a manejar la magia de los minerales. Sin él, ninguno de nosotros estaríamos aquí. ¡Por eso debemos alabarle, hermanos, alaben al gran Odosha, el Señor de los Gritos Eternos!

(En este momento, el resto de los individuos gritan al unísono "¡Aquí impera Odosha!" y comienzan a arrancarse la cola. El sujeto central sigue hablando con normalidad.) ¡Ah pero en su sabiduría, Odosha previó nuestra corrupción! ¡El vio cómo las tentaciones del mundo exterior llegarían hasta aquí, y nos harían dudar de su cariño, de su lealtad a nuestro pueblo! Creía que desconfiaríamos de él, que le daríamos la espalda. Es por eso que juró emprender una búsqueda a lo largo de todo el Universo, a fin de encontrar un gobernante justo. ¡Este gobernante nos preparará, hermanos! ¡Nos mostrará la verdad de las cosas! Nos enseñará el camino doloroso que conduce a Odosha. ¡Con él a nuestro mando, recibiremos el despertar de Su Majestad con alegría y dicha, en lugar de miedo y terror!

(Los individuos comienzan a anudar sus colas cercenadas. El sujeto central sigue hablando con normalidad.) ¡Hermanos, la búsqueda de Odosha tuvo éxito! Se le reveló, en sus sueños etéreos, una mujer. Una antigua y poderosa diosa, oculta en un lejano mundo tras la horrenda batalla del Ragnarök. ¡Angrboda era su nombre! ¡Aquella que trae pesar a nuestros enemigos, a nuestros traidores! ¡Angrboda sería la madre del heredero de Odosha! Y así como en su momento Su Majestad engendró a Nga para brindar orden a las Tierras Invernales, ahora traerá al mundo a Ratatoskr. ¡Ratatoskr, predestinado a ser el Último Emperador de Hoiohiña!

(El resto de los individuos acercan el nudo completo hacia el sujeto central, quien procede a arrancarse su propia cola y a unirla al resto mientras habla.) ¡Y aquí, ah, hermanos, está nuestra ofrenda, nuestro agradecimiento a Angrboda! ¡Con esto te adoramos, oh, madre de nuestro futuro! ¡Gloria a ti! Nosotros, tus fieles e imperturbables seguidores, te juramos lealtad, desde hoy hasta el día en que Odosha se vea libre en el Mar Primordial. ¡Que tu hijo gobierne con honor, y que desuelle a quienes te obligaron a ocultarte de la guerra! (Todos los individuos empiezan a alzar el nudo hacia arriba, mientras repiten la frase "¡Nosotros te servimos, nosotros te brindamos lo que pides!" hasta desfallecer por la pérdida de sangre.)

Ayer, 15/05/21, fue el día final. Mis peores miedos se han confirmado. Él ya viene. He visto con mis propios ojos cómo esa hermandad terrible aclamaba los nombres de Angrboda y Ratatoskr, todo a través del mismo discurso que yo escribí. El mismo discurso mil veces maldito. Yo he traído esto, no hay vuelta atrás. Yo traje la perdición sobre mi pobre familia, sobre toda Hoiohiña. Pido perdón a quien sea que lea esto. Mi última advertencia: ¡Huye! ¡Corre a través de la tierra y de los mares! ¡Aléjate de este mundo olvidado, antes de que el Abismo de Odosha devore todo lo que existe!

Las sombras son mis únicas amigas. La hermandad intenta atraparme, los he visto asechando en cada esquina, con sus mentes cegadas por las Luces. ¡Wannadi me ayude! Voy a intentar huir con quienes en otrora me ayudaron en mis investigaciones sobre el mundo exterior. Su Biblioteca debería servir para esconderme durante un tiempo indefinido. Si encuentras esto, he fracasado en advertirle al Universo sobre el inminente peligro que se cierne sobre él. No sé si será pedirte mucho, pero por favor, busca gente de ciencias, busca a aquellos con los medios necesarios para enfrentar a un Rey Maligno, y llévales esta carta.

En mi casa he dejado mi diario. Ellos no se preocuparán por eso, no. Si muero, la llegada de Ratatoskr será inevitable. Pero aún así, quizás si ustedes comprenden su historia completa, puedan enfrentar a la bestia. Oh, ¡y sal de Hoiohiña! Las Luces han cegado a muchos. Ya ni siquiera sé cuántos agentes de la Ley buscan, verdaderamente, lo que es mejor para los Nónoana.

Intentaré proteger esta carta con mi vida.

— Sirius Rafutal

Les otorgo mis más sinceras disculpas por rehusarme, en un principio, a creerles. Sé que su organización solo busca defender este mundo, y eso, junto al hecho de haber reconocido la letra de mi compañero, me incitaron a dirigirme a la esposa de Sirius, unos días después de mi interrogatorio. Bajo la excusa de buscar los apuntes de sus antiguos estudios, entré y me hice con su diario. Recuerdo haberme sentido como un vil rufián en aquel momento, pues había traicionado la memoria de mi amigo a favor de unos extranjeros. Sin embargo, al comenzar a leer, mi opinión cambió rotundamente.

Si todo esto es verdad, en muy poco tiempo, Hoiohiña se verá azotada por el más terrible de los tiranos. Ratatoskr traerá una época de oscuridad científica, hambruna, guerra y muerte. Les agradezco a ustedes, la Fundación, por estar del lado de lo correcto durante esta época tan difícil, reafirmando que hice bien al enseñarles sobre nuestra cultura. De igual manera, considero mi deber intentar, en la medida de lo posible, formar una resistencia dispuesta a luchar por esta nación. Sé que ustedes harán lo mismo, y se presentarán a nuestro lado una vez llegue el momento. Espero escuchar pronto de ustedes.

— Norvelio Medatia

P.D.: Algunas partes estaban escritas en un código secreto, el cual Sirius y yo inventamos hace ya mucho tiempo. Es bastante sencillo de descifrar - posiblemente solo lo hizo así para que su familia no pudiera leerlo. De todos modos he decidido traducir el texto entero al español, a fin de facilitar su entendimiento.

25/01/2021 (Nota del Traductor: En el escrito prístino, las fechas originales se encontraban tachadas, y sus equivalecias humanas anotadas a un lado.)

Hoy, el día después de la conclusión del tresmilésimo noningentésimo cuadragésimo quinto ciclo de los cantos de Watunna, ocurrió algo fatídico. No creo valga la pena darle rodeos al tema, así que iré directo a él. Me desperté con un tremendo dolor de cabeza, el cual solo empeoró a lo largo de la mañana. Tal vez se debía a los festejos de ayer, pensé, pero en cuanto pude verme en un espejo, lo comprendí: Mi alma, mía ya no era más. En aquel reflejo monstruoso, me observaban ocho- ocho ratas salidas del mismo Abismo. Sus ojos rojos y sus rostros retorcidos permanecerán en mi memoria hasta el día de mi muerte. Podría jurar que, en tan solo un momento, escudriñaron hasta lo más profundo de mi existencia en este, y en todos los demás universos.

La criatura me habló. A pesar de hacer con distintas voces, supe de inmediato que esas ocho atrocidades compartían la misma consciencia. Ratatoskr, me dijo. Su nombre era Ratatoskr, hijo y legítimo heredero del trono de Odosha, el Señor de los Gritos Eternos. Él necesitaba algo de mí. A cambio, mi familia sería perdonada. No sé si hice lo correcto, pero mientras escribo esto, no puedo siquiera imaginar una tercera opción. Acepté. Acepté todo lo que dijo, sin rechistar. El día de mañana, me dijo, me dictará un discurso, el cual yo escribiré. A su debido tiempo, este discurso será conocido por toda Hoiohiña. Todos alabarán a… a…

Me necesita, me dijo, porque sus palabras deben llegar al mundo de los mortales por medio de un mortal. No puede ser de otra forma, pero una vez que se haya hecho presente, ya nada podrá detenerlo. Debo dejar esto por escrito, pues nada más la muerte puede esperarme al final de un camino como este.

26/01/2021

El discurso está aquí. Me dan náuseas al pensar que estas palabras recorrerán las calles de Hoiohiña, las mentes de los más jóvenes. Tengo miedo del futuro próximo. No quiero admitirlo, pero Ratatoskr nos tiene a todos a su merced. Hoy, mientras me dirigía a buscar comida donde no me viese obligado a ver a los ojos a mi esposa, presencié… Presencié las Luces de Nyarla. Estaban ahí, asediando a un pobre granjero. Pero no pude ayudarlo. El temor de la muerte de mi familia fue mucho más fuerte. Salí huyendo de ese lugar con la cola entre las patas, como un patético cobarde.

Estoy completamente seguro de que los rituales taumatúrgicos que aprisionaban a Odosha ya no funcionan. Por lo menos, no del todo. Si no, ¿cómo podría haber escapado para engendrar a Ratatoskr, o haber enviado sus Luces a cegar a la gente? ¿Acaso alguien pudo haberle ayudado desde fuera? ¡No, imposible! Nadie puede tener el corazón tan oscuro como para auxiliar a una criatura como esa, ni hoy, ni en un millón de años.

En momentos como este, no puedo evitar acordarme de mi viejo compañero de estudios, Norvelio. Siempre parecía tener un objetivo en mente, incluso en sus ratos de ocio. Nunca se cansaba de aprender, y yo lo admiraba por eso. Estudiamos muchas culturas a lo largo de los años, por lo menos cuando podíamos conseguir información de los gobiernos de fuera. Ya no hablamos tan seguido, pero tal vez enviarle una carta sería una buena idea. Tal vez mi única idea buena en los últimos dos días. Dependiendo de cómo se desarrolle el día de mañana, lo haré por la tarde.

Albergo la esperanza de que Ratatoskr se olvide de mí.

28/01/2021

No tuve la fuerza para arrastrar a Norvelio a todo esto. Me niego rotundamente a poner a mi buen amigo en un peligro como este. Él tiene su propia vida, sus propias esperanzas y metas. No voy a echarlo todo abajo solo por una mala decisión. Él no se merece esto.

En otras noticias, he elaborado algunas teorías sobre el ritual de adoración a Ratatoskr. En primera, creo que el dolor es la fuente de su fuerza, así como las colas que se le ofrecen. No lo ha hecho sin pensar - nosotros solemos tatuarnos nuestros rangos en la cola. Todo nuestro aprendizaje, todo el viaje de nuestra vida, está en la cola. Le ofrecemos todo lo que somos, y él lo retuerce en un nudo irreversible. Nos ata a él.

En segunda: El discurso solo es una distracción. Quiere hacernos creer que Angrboda es la causante del fin del mundo, pero no es así. Hay algo más, y debo descubrirlo.

Pero yo nunca fui bueno para descubrir cosas. Norvelio siempre fue quien se encargaba de eso, yo solo lo ayudaba. Me encargaba de estudiar, de transmitir mis conocimientos. Nunca hice una investigación propia, por más que él me alentaba. No me creía capaz. Éramos jóvenes, pero a diferencia de él, yo no tenía grandes ambiciones - no quería que mi nombre se grabara en los anales de la historia, solo quería aprender. Aprender del mundo fuera de Hoiohiña, de los mundos más allá de las estrellas.

Conocimos gente de fuera en ese tiempo, a veces a escondidas y a veces con permiso de la ELJH, siempre con ese afán de conocer culturas diferentes a la nuestra, de investigar sobre la gran Biblioteca de la cual solo se nos mostró un ápice. Nos educaban para pensar que los extranjeros solo buscaban destrucción, y fue aquí, en mi propio pueblo, donde iniciará el apocalipsis. Quizás si no me hubiese separado de Norvelio, esto no estaría pasando. Pero… después de todo, tal vez aún tenga un lugar donde acudir.

29/01/2021

He decidido huir de mi hogar. Ya no me queda nada.

Ayer se me reveló una profecía. En sueños, Ratatoskr transportó mi espíritu a lo Etéreo, donde un oráculo sin cuerpo me habló. En los inicios del mundo y sus historias, poco después de que Odosha cayera a la Tierra, se previó la llegada de un ser: Su hijo, su legítimo heredero. Ratatoskr, el Último Emperador de Hoiohiña, se ganaría ese título al ser quien debería gobernar Hoiohiña durante los años previos al despertar de su padre, a fin de preparar a los Nónoana para este evento. Nacería de la violación de Angrboda, culminada a través de lo Etéreo. Debido a esto es que las ocho ratas infernales no pueden manifestarse en el mundo mortal sin un intermediario - Ratatoskr apenas es un concepto, uno al que yo he ayudado a dar forma física.

Pero ahora, ese rey endemoniado está unido a mí. Yo fui su creador en este mundo, y necesita matarme para ser verdaderamente libre. Decirme la profecía solo fue una declaración de guerra. Poco le importa ya lo que yo haga. A través de los sueños etéreos y las Luces, toda Hoiohiña se postrará de rodillas ante su palabra. Mi última esperanza es encontrar cómo huir con aquellos a quienes llaman "la Mano de la Serpiente" e intentar advertir al resto del Multiverso sobre la amenaza de Odosha. Sin embargo, aún me queda preguntarme: ¿Quién fue? ¿Quién ayudó a Odosha a liberarse para poner en marcha el Día del Juicio Final? ¡¿QUIÉN ES EL CULPABLE DE LA CAÍDA DE HOIOHIÑA, MALDITA SEA?!

Norvelio tiene amigos. La Fundación. La Coalición. Quizás ellos puedan detener al monstruo. O quizás Odosha los devore a ellos, y a todo lo que reste del mundo. Como sea, solo me queda esconderme. Retrasar mi muerte lo más que pueda.

Le he fallado a mi pueblo.