Cazar a Anderson

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La Agente Sasha Merlo estaba sentada sola en su oficina en el Sitio-64. Llevaba el pelo moreno hasta el cuello recogido en una coleta mientras se inclinaba hacia atrás en su silla de oficinas, pies reposando sobre su escritorio. Sus ojo estaban firmemente pegados al monitor frente a ella mientras se desplazaba lentamente a través de las numerosas paginas de un gran archivo de una persona de interés.

PDI # 1115: “Anderson”

Merlo dejo salir un suspiro exasperado. En dos semana lideraría otra operación encubierta contra el misterioso mecánico. Idealmente, esta vez, las cosas terminarían mejor que la ultima operación que dirigió, en la que quedo estupefacta, con nada que mostrar por su esfuerzo y el de su equipo excepto por varios charcos de robot fundido.

Un repentino golpe en la puerta de su oficina sacó a Merlo de su ensoñación. Miro hacia el reloj eléctrico de oficina azul en su pared y sonrió. Su nueva agente había llegado.

“Entra,” exclamó Merlo.

En respuesta, la puerta de su oficina se abrió y entró una joven agente. Era bastante alta, con pelo rubio a la altura del hombro y un par de gafas de montura fina que posaban sobre su nariz. Su cara tenía la expresión más ilegible posible.

“Bienvenida a Gamma-13,” dijo Merlo mientras se levantaba para sacudir la mano de su invitada. “Tu debes ser la Agente Shaw. Soy la Agente Merlo. Bienvenida a los Portadores de las Leyes de Asimov.”

Shaw aceptó cortésmente el apretón de manos. Sus movimientos parecían en lentos y calculados.

“Supongo que soy tu nueva agente.”

“Bien dicho,” sonrío Merlo. “¿Te puso el Director Holman al corriente de nuestro rollo aquí?”

“Se podría decir que sí,” respondió Shaw encogiéndose se de hombros. “Me ha dicho que vosotros habéis estado persiguiendo a un vendedor de robots anómalos por más de una década, y os habéis quedado sin caras nuevas para dirigir vuestras operaciones.”

“Eso es todo en pocas palabras,” dijo Merlo mientras empezaba a rebuscar en el cajón lateral de su escritorio. “El de Anderson es un caso un poco escurridizo. La mayoría de nuestras incursiones han terminado con el sorprendiéndonos de un modo u otro. Teníamos uno de sus robots en el Sitio-19 por un par de años, pero eso no acabo muy bien… ¡Aja, aquí está!”

Merlo saco un pequeña carpeta y la deslizo por su escritorio. Shaw la cogió con precaución y empezó a examinar sus contenidos.

“Este es tu informe para la operación,” continuó Merlo. “Esta vez tenemos a alguna de la gente de Anderson creyendo que somos representativos para una celebridad en la vibra anartista llamado Jericho Hill. Puedes agradecer a mi buen amigo Daniel por crear esa identidad más tarde. Resulta que Hill ha sido un patrón de Anderson por años, y seguramente vas a reunirte con personas reales y no con unidades Saker. Hemos organizado la Reunión en terreno neutral en un almacén en el paseo marítimo. Tu misión será simplemente mantenerlos ocupados con la venta hasta que el DM este allí. Golpeamos el edificio con un PEM especialmente diseñado para deshabilitar cualquier unidad Saker, y después enviamos a las tropas para hacer limpieza.”

Shaw esbozó una minúscula sonrisa.

“Un plan solido.”

“No bromeo,” rió Merlo mientras se reclinaba en su silla, volviendo a poner los pies sobre la mesa. “Esta vez atraparemos a uno de esos bastardos.”

“Supongo que debería ponerme manos a la obra con esto.,” dijo Shaw mientras empezaba a moverse hacia la salida.

“Espera,” dijo Merlo, su sonrisa confiada desapareció mientras miraba a Shaw a los ojos. “Antes de que te vallas, debería dejarte saber una cosa. Se tarda entre seis meses y dos años y medio en montar una de estas operaciones y que cuaje. Cada vez que fallamos, hay que pasar por más y más obstáculos".

Merlo pausó.

“No estoy intentando meterme en tu caso antes de que empieces, pero solo quiero que te des cuenta de todo lo que depende en tu rendimiento. Muchos de nosotros hemos estado en Gamma-13 desde que se formo por primera vez. Estamos en un punto en el que nos vendría bien dar un paso adelante en lugar de dos para atrás. Sería maravilloso si pudieras ayudarnos con ello.”

Shaw asintió en señal de entendimiento.

"Entendido jefa," dijo, luego se dio la vuelta y salió de la habitación.


La Agente Shaw permaneció en silencio en el centro del almacén, entre lo que debían ser casi tres docenas de contenedores de carga. A su lado estaban modelos de demostración de cada producto de Anderson. Tras ellos estaban dos hombres, presentándole alegremente los diferentes modelos mientras ella fingía interés.

Solo un par de minutos más, pensó Shaw para ella. Su auricular oculto estaba zumbando con las varias comunicaciones del resto del Destacamento. Estaban apenas a unos momentos de estar listos para atacar. Hasta este punto, todo ha ido perfectamente. Shaw solo necesitaba relajarse, y ganar tiempo. Ella entonces devolvió su atención a los dos vendedores.

El primero, que se había introducido como Phineas, aparentaba cincuenta, con una cabeza calva, una larga barba blanca, y una piel casi translucida. Un débil zumbido mecánico cada vez que andaba o movía sus manos u ojos indicaba que varios de sus extremidades eran biónicas. Iba vestido en un traje de negocios negro con una corbata roja, el anterior sólo servía para hacer que su débil piel pareciera más débil.
El segundo hombre, quien se había introducido como Miles, era mucho más joven, apenas parecía que había superado la veintena. Su piel era oscura y tenia la cabeza rapada. Su actitud de constante inquietud sugería que probablemente era su primera vez en la sala de ventas.

Esa es nuestra presa, pensó Shaw para sí, y le dedicó a Miles una pequeña sonrisa. El chico desvió rápidamente la mirada y giró la cabeza hacia otro lado.

“Y este el ultimo de nuestros modelos, Srta. Starling,” dijo Phineas con una cálida sonrisa . “Como he dicho antes, estos son solo nuestros modelos de demostración. Cada unidad es completamente personalizable para cumplir con cualquier especificación que el Sr. Hill tenga en mente.”
“¡15 segundos para atacar!” sonó la voz de Merlo en el oído de Shaw.
“Bueno Phineas,” dijo Shaw con una sonrisa, su voz inusualmente alegre mientras le ofrecía un apretón de manos.. “Debo decirlo, realmente sabéis como montar un espectáculo. Me han impresionado desde el principio hasta el final.”

“Anderson pretende complacer,” dijo Phineas dijo mientras aceptaba. Mientras, Shaw conto en su cabeza desde 5, 4, 3, 2, 1…

“Te tengo…” susurró Shaw bajo su aliento, soltando suavemente la mano del anciano y dando varios pasos hacia atrás.

Todos los modelos de demostración se apagaron a medida que un pulso electromagnético atravesaba el edificio. Segundos más tarde, el resto del Destacamento Móvil irrumpieron en el almacén.

“Phineas…” gritó Miles , su mandíbula caída de terror.

“¡Corre, Miles!” gritó el anciano, metiendo su mano rápidamente en los bolsillos de su chaqueta y lanzado sus contenidos a los androides a medida que Shaw comenzaba a desenfundar su pistola. Bolas de una sustancia viscosa azul neón volaron por el aire, pegotes de una sustancia viscosa azul neón volaron por el aire, aterrizando en los androides y haciendo que se desmoronen rápidamente en óxido. Shaw comenzó a apretar el gatillo, su mira centrada en la pierna de Phineas. Sin embargo, a una velocidad casi sobrehumana, el anciano acortó la distancia entre ellos y agarro la pistola con una mano y la chaqueta de Shaw con la otra, lanzándola sin apenas esfuerzo. La agente voló seis metro a través del aire, aterrizando con un fuerte golpe en el suelo. Phineas aún estaba sosteniendo su pistola.

¿Cómo siguen sus miembros biónicos funcionando? pensó Shaw para sí mientras un pitido ensordecedor llenó sus oídos. Deberían estar fritos. ¿Qué es él?…

Shaw se las arregló para levantarse y ver cómo se desarrollaba el tiroteo.

Phineas y Miles rápidamente se pusieron a cubierto detrás de un contenedor de transporte, con Phineas usando la pistola de Shaw prudentemente para disparar a los agentes de la Fundación a medida que se acercaban. Sin embargo, pronto quedo claro para ambos bando que los dos vendedores estaban acorralados, y los miembros del DM se acercaban. Por si fuera poco, una bala extraviada se alojó en la pierna de Miles.
“¡Joooooder!” El grito de Miles penetro el estruendo de los disparos y colapso en el suelo. Phineas rápidamente se puso manos a la obra arrastrando a su camarada de vuelta al muro del almacén, usando sus últimos cuatro tiros para cubrir su rastro, abatiendo a dos agentes de la Fundación en el proceso. El chasquido vacío de la pistola provocó en Phineas un ataque de rabia.

Con un fluido movimiento se giro rápidamente hacía la pared, metiendo la mano en el bolsillo y soltando varios puñados más de la sustancia viscosa azul neón. En momentos, un agujero del tamaño de un hombre se había abierto en el lateral del edificio, el río cercano siendo visible desde la apertura. Phineas entonces se volvió hacia Miles, con un puñado de la sustancia corrosiva en alto, listo para ser lanzado.

“¡Phineas, no!” gritó Miles atemorizado, rápidamente alzando sus manos para cubrir su cara. Phineas para a mitad del lanzamiento, sus manos sacudiéndose a medida que miraba a su amigo incapacitado.

Con un chillido de furia Phineas lanzo el pegote a un agente acercándose, cortando el brazo del hombre a su paso. El hombre lanzó un grito de dolor mientras su brazo se deshacía en un charco de sangre y tejido lisado en el suelo.

“¡Maldita sea, Wilson!” gritó Phineas mientras se giraba rápidamente y corría hacia el agujero en la pared, lanzándose a través de el y desapareciendo en el mundo exterior.

Shaw se había puesto de pie y estaba corriendo hacia el agujero. Varios miembros del DM habían ya asegurado al gimiente Miles. Cuando llegaron al agujero, no había ningún rastro de Phineas, solo las oscuras aguas del rio Willamette brillando bajo el sol del atardecer.

Shaw se giro para ver triunfalmente de pie sobre Miles, mientras el DM se disponía rápidamente a sedarlo y colocarlo en una camilla.

“Después de tanto tiempo,” comenzó Merlo, “Por fin hemos atrapado a uno de ustedes, bastardos.”


La Agente Clarissa Shaw estaba sentada tranquilamente en su escritorio del Sitio-64, rellenando su parte del papeleo para la reciente operación contra Anderson. Excepto por el ocasional repiqueteo de su teclado, la habitación estaba en silencio, sus otros cuatro compañeros de oficina habían ido a almorzar hace pocos minutos. Esto resulto ser un alivio, sin embargo, pues le ofreció a Shaw una oportunidad de ordenar sus pensamientos sobre lo que había sucedido en los últimos días.

Shaw dejó un suspiro exasperado. Por un lado, estaba encantada de ayudar a los "Portadores de la s Leyes de Asimov". Por otro lado, tenía la sensación de que tener a Miles bajo custodia sólo iba a crear más preguntas de las que respondería.

Shaw dio un respingo cuando la puerta de su oficina voló hacia dentro. La Agente Merlo irrumpió con una gigantesca sonrisa en su cara.

“¡Es un Saker!” dijo, su voz temblaba cuando lanzo la carpeta hacia el escritorio de Shaw. La agente Shaw se estremeció un poco al ver cómo se desordenaban todos los bolígrafos y papeles que había ordenado cuidadosamente. Shaw abrió la carpeta con cautela y examinó su contenido.

“¿Miles?”

“Si… El chico es un Saker. Tenemos a un Saker.”

“¿Entonces porque no lo aturdió en PEM?”

“No lo se, debería, pero no lo ha hecho.”

“Y…” Shaw alzo la ceja confundida. “Anderson debería ser capaz de eliminarlo remotamente…”

“Exactamente, pero Anderson todavía no lo ha hecho," Merlo gritó emocionado, “Y encima de todo eso, dijiste que Phineas considero destruirlo, pero luego cambió de opinión. Eso significa que este chico debe ser muy, muy especial para alguien.”

“¿Pero para quien?” pregunto Shaw, alejándose lentamente de su histérica colega.

“Esa es la pregunta del millón de dólares, ¿no?” Respondió Merlo con una carcajada. “Sin embargo, ya que el chico no va a estar yendo a ningún sitio, creo que estamos una bastante buena posición para enterarnos.”

Merlo entonces comenzó a abrirse camino hasta la puerta.

“Quédate, Shaw,” dijo con una sonrisa ladina. “Estas a punto de ver mierda muy seria.”


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