Herman Fuller Presenta: Peter Rabito de Algodón de Azúcar
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Peter Rabito de Algodón de Azúcar

¡El algodón de azúcar más esponjoso!



¡Delicioso, dulce y colorido!

¡Ven a probar el mejor algodón de azúcar que jamás hayas probado de nuestro propio Peter Rabito de Algodón! ¡Viene en varios colores divertidos y garantiza que te dejará con ganas de más!

¡Disfruta de una golosina mientras hayan existencias!

Lo siguiente es una página de una publicación titulado Nacidos del Circo: La Colección de Fenómenos de Herman Fuller. No se han establecido las identidades de los editores ni de los autores, y se han encontrado páginas dispersas en libros de temática circense en bibliotecas de todo el mundo. La persona o personas detrás de esta diseminación son desconocidas.

Pobre Peter de Algodón

Nacidos del Circo

Aquí en el circo, Peter era el chico más dulce en todos los sentidos. Era puro algodón de azúcar, muchos de nosotros llegamos a amarlo. Cuidamos de él lo mejor que pudimos, pero lo que hicimos no fue suficiente.

Recuerdo el día en que llegó al circo. No tenía nombre y buscaba un hogar. Fuller le dio el nombre de Peter "de Algodón" Fuller. En el escenario se le llamaba simplemente Peter de Algodón. Hizo algunos números de baile para niños. Era el único momento en el que se relacionaba con gente de su edad. A los niños les gustaba, pero a él le intimidaban. Antes del circo estaba solo, así que era bastante tímido. Todos le ayudamos a acostumbrarse a estar en el escenario. No queríamos que Fuller le hiciera daño como a nosotros si llegaba a equivocarse.

No tardó en aprender a bailar. El viejo Wally, el Payaso Bailarín, le enseñó a bailar mientras algunos de nosotros observábamos. Fue bonito verle practicar con Wally. Estaba feliz y ansioso por aprender del mejor. Wally era lo más parecido a un padre que tenía. A veces actuaban juntos.
Peter se asustaba cuando los miembros del público mencionaban su sabor. Tenía un olor dulce que despertaba la curiosidad de la gente. Un día, Fuller decidió que Peter no iba a bailar y, en su lugar, hizo que lo probaran. Un trozo de él fue cortado. Algodón de azúcar creció rápidamente para reemplazarlo. Esto fue doloroso para Peter, lanzó un espantoso grito.

Fuller descubrió que el algodón de Peter era adictivo. Fue entonces cuando empezó a vender más algodón de azúcar. Casi todos los días el cuerpo de Peter era esquilado a cada hora desde que despertaba. Sus gritos se oían constantemente desde el exterior de la carpa de Fuller antes de que abriera el circo. No hacíamos más que llorar por él en silencio. El único que intentó detenerlo fue Wally. Desgraciadamente Manny se encargó de él. Wally fue descuartizado y su carne fue vendida, un destino inevitable. No sé si Peter se enteró de la muerte de Wally, pero prefiero pensar que no lo hizo. Conociendo a Fuller es probable que se lo dijera al chico para aplastar su espíritu.
Durante años, hasta la edad adulta, Peter vivió en la agonía. Algunos de nosotros conspiramos para rescatarlo en múltiples ocasiones, pero Manny nos vigilaba. Lamentablemente, con el tiempo nos acostumbramos a los dolorosos gritos de Peter, hasta que un día simplemente dejó de hacerlo. Seguía vivo. Es de suponer que llegó a aceptar su destino, lo que me sigue rompiendo el corazón hasta el día de hoy.

De alguna manera Peter se liberó de su tormento. No huyó porque Herman seguramente lo atraparía. En cambio, se arrojó a un pozo de fuego que se estaba preparando para un acto. El fuego lo consumió hasta que sólo quedaron cenizas. No emitió ningún sonido mientras fallecía.
Fuller tenía grandes reservas del algodón de Peter, sigue vendiendo lo. Intenté quemarlo para que a Fuller no le quedara nada de Peter como compensación por mi nulo intento de salvarlo. No lo conseguí y en su lugar emprendí la huida.

Espero que Peter esté en algún lugar más feliz. Se merecía un destino mejor que el circo de Fuller.

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